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El krill es un pequeño crustáceo rojo parecido a una langosta que se encuentra en los océanos de todo el mundo. Los suplementos de aceite de krill deben estar hechos de krill antártico (Euphausia superba) y, al igual que el aceite de pescado, son ricos en ácidos grasos omega-3 DHA y EPA.
El aceite de krill proporciona omega-3 en una forma fosfolípida mejor absorbida en comparación con las formas de triglicéridos o éster etílico que se encuentran en el aceite de pescado. También contiene colina y astaxantina, un poderoso antioxidante que le da al aceite de krill su color rojo rubí y brinda muchos beneficios para la salud.
Los omega-3 unidos a fosfolípidos del aceite de krill se absorben fácilmente y apoyan la salud celular. Para los estándares de la USP (Farmacopea de Estados Unidos), el aceite de krill debe contener 30— 59% fosfolípidos, al menos 10% EPA, 5% DHA (principalmente en forma de fosfolípidos) y 0.005% astaxantina. Entre las opciones disponibles, el aceite de Krill Superba® destaca por su alta concentración de fosfolípidos y su extensa investigación.
Gracias a su combinación única de omega-3 unidos a fosfolípidos y al poderoso antioxidante astaxantina, se ha demostrado en estudios que el aceite de krill proporciona una amplia gama de beneficios para la salud.
El aceite de krill apoya la salud metabólica general, incluida la producción de energía, el control del azúcar en la sangre y los niveles de colesterol, debido a su rico contenido de omega-3, fosfolípidos y el antioxidante astaxantina.
Los omega-3 en el aceite de krill son esenciales para las mitocondrias, las potencias de tus células. Ayudan a quemar grasa de manera eficiente para obtener energía y mejoran la producción de ATP, la molécula de energía primaria del cuerpo.
Un hígado sano es fundamental para tu metabolismo. El aceite de krill apoya la función hepática al ayudar a reducir la acumulación de grasa en el hígado, lo que a su vez ayuda a prevenir problemas como la resistencia a la insulina.
El aceite de krill es muy eficaz en el manejo de los lípidos en sangre. Los estudios muestran que puede reducir los triglicéridos hasta en un 26% y ayudar a mantener niveles saludables de colesterol HDL (bueno).
Con sus potentes omega-3 y astaxantina, el aceite de krill es un poderoso antiinflamatorio. Se ha demostrado que reduce la proteína C reactiva (CRP), un marcador clave de la inflamación, en casi un 20%.
El aceite de krill ayuda a combatir la pérdida muscular relacionada con la edad (sarcopenia). Un estudio en adultos mayores de 65 años encontró que mejoró significativamente la fuerza de la rodilla, la fuerza de agarre y el grosor muscular.
Para aquellos con problemas articulares leves a moderados, el aceite de krill puede proporcionar un alivio significativo. Los ensayos clínicos muestran que ayuda a reducir las molestias articulares y soporta el cartílago que amortigua tus articulaciones.
Los omega-3 EPA y DHA son bloques de construcción cruciales para las membranas de las células cerebrales, apoyando la memoria, el enfoque y el estado de ánimo. El antioxidante astaxantina agrega otra capa de protección para las células cerebrales.
Un ensayo clínico mostró que el aceite de krill puede ayudar a aliviar los síntomas del síndrome premenstrual (SPM), particularmente al reducir los cambios de humor, la irritabilidad y los cólicos menstruales.
El aceite de krill actúa de adentro hacia afuera para apoyar tu piel. Los estudios en humanos han demostrado que mejora la función de barrera de la piel, la hidratación y la elasticidad.
El aceite de krill es muy eficaz para aliviar los síntomas del ojo seco. La investigación ha demostrado que es incluso más eficaz que el aceite de pescado para mejorar la calidad de las lágrimas y reducir el enrojecimiento y la irritación.
Los omega-3 en el aceite de krill son vitales para un sistema inmunológico saludable. Se ha demostrado que la suplementación mejora la actividad de las células inmunitarias clave, como las células asesinas naturales (NK).
Si bien tanto el aceite de krill como el aceite de pescado son excelentes fuentes de los omega-3 EPA y DHA, tienen una diferencia estructural clave que impacta la forma en que tu cuerpo los usa.
Los omega-3 en el aceite de krill están unidos a los fosfolípidos, que son absorbidos más fácilmente por las células. En contraste, los omega-3 del aceite de pescado están en forma de triglicéridos. Esta absorción superior es la razón por la que el aceite de krill puede ser más eficiente, a pesar de que los suplementos de aceite de pescado a menudo contienen una mayor concentración de omega-3 totales.
Característica | Aceite de kril | Aceite de pescado |
Forma Omega-3 | Fosfolípido | Triglicérido |
Absorción | Más eficiente | Bueno |
Antioxidante | Contiene astaxantina | Ninguno |
Omega-3 Conc. | Menor | Más alto |
Volumen de investigación | ~40 Estudios | >1,200 Estudios |
La forma más precisa de medir la efectividad de omega-3 es el Índice Omega-3, que es el porcentaje de EPA y DHA en tus glóbulos rojos. Se considera que un índice óptimo de beneficios para la salud está por encima del 8%.
Debido a que el aceite de krill se absorbe mejor, las investigaciones muestran que es posible que necesite una dosis diaria más baja para alcanzar este objetivo. Un estudio encontró que los individuos necesitaban 820 mg de EPA+DHA del aceite de krill por día para alcanzar un índice de 8%, en comparación con 1,220 mg del aceite de pescado. Esto resalta la eficiencia de la forma fosfolípida del aceite de krill. No obstante, aunque la forma fosfolípida permite que el krill se absorba mejor, el aceite de krill es hasta un 80% menor en los niveles totales de omega-3 en comparación con los aceites de pescado.
No se han reportado efectos secundarios significativos con el aceite de krill. Muchos médicos advierten a los pacientes que toman diluyentes de la sangre como la warfarina (Coumadin) que no tomen krill o aceite de pescado debido a un aumento percibido del riesgo de sangrado. Sin embargo, un estudio de 2016 mostró que ni el krill ni el aceite de pescado aumentan el riesgo de sangrado cuando se toma con warfarina, cuando se controla adecuadamente.21 Si está tomando un diluyente de la sangre o un inhibidor de plaquetas, hable con su médico antes de agregarlo a su régimen de suplementos para garantizar un monitoreo adecuado.
La dosis habitual de krill de aceite es de 1,000 mg a 4,000 mg diarios. Como se mencionó anteriormente, los beneficios para la salud generalmente tienden a correlacionarse con aumentar el índice omega-3, siendo la meta el 8%. La dosis de EPA+DHA a partir del aceite de krill para alcanzar este nivel es superior a 800 mg diarios. Dado que muchos productos de aceite de krill proporcionan de 20% a 24% de EPA+DHA, la dosis del aceite total de krill para el máximo beneficio sería de aproximadamente 3,500 a 4,000 mg por día.
Los consumidores encontrarán que algunos fabricantes combinan aceite de krill con astaxantina adicional, y otros agregan aceite de pescado para elevar el contenido de EPA+DHA para obtener beneficios adicionales para la salud.
Para maximizar la absorción y minimizar cualquier posible malestar digestivo, es mejor tomar aceite de krill con una comida que contenga grasas saludables.
Sí, puedes tomarlos juntos, pero ten en cuenta la dosis total combinada de EPA y DHA. Es mejor consultar con un proveedor de atención médica para determinar la dosis correcta para sus necesidades.
A menudo se informa que el aceite de krill tiene menos de un “eructo a pescado” o regusto en comparación con el aceite de pescado porque su estructura de fosfolípidos se mezcla mejor con el contenido del estómago.
El aceite de krill tiene numerosos beneficios para la salud y es tomado como una alternativa al aceite de pescado omega-3 por muchas personas conscientes de la salud. Si bien los omega-3 se absorben mejor del aceite de krill en comparación con los aceites de pescado, la concentración de omega-3 es menor en los suplementos de aceite de krill. Para lograr los beneficios para la salud deseados, es ideal determinar y monitorear el Índice Omega-3, especialmente si no está comiendo regularmente salmón, sardinas, caballa, arenque, y otros pescados ricos en EPA y DHA.
Referencias:
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