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La leche materna contiene casi todo lo que un recién nacido necesita para crecer. ¡Esto incluye líquidos, vitaminas, minerales, componentes para desarrollar el sistema inmune e incluso hormonas! El truco está en que las madres deben ingerir suficientes nutrientes y líquidos necesarios para generar la leche ideal que le aportará a su bebé todos los beneficios.
Si está amamantando o planea hacerlo, quizás se pregunte si es posible hacer que su leche sea lo más nutritiva y saludable que pueda. ¡La respuesta es un rotundo "sí"! Desde incrementar sus provisiones de leche materna hasta asegurarse que contenga muchos nutrientes y esté libre de toxinas, este artículo describe todo lo que puede hacer para optimizar los beneficios para la salud de la leche materna para que tanto usted como su bebé puedan prosperar.
El primer paso para asegurarse de que su leche materna sea una buena fuente alimentaria para su bebé es darle la cantidad suficiente para mantenerlo alimentado y con las energías necesarias para el increíble crecimiento que tendrá durante los primeros meses de vida.
Su médico o pediatra puede ayudarla a determinar cuánta leche produce, en particular si su bebé no gana la cantidad de peso esperada durante los primeros días y las primeras semanas de vida fuera del útero. Si su bebé no gana el peso suficiente, puede deberse a determinados problemas, como dificultades para que el bebé se "enganche" al pezón, casos de lengua atada o una provisión inadecuada de leche.1 Una consultora de lactancia puede ser esencial para determinar la fuente de los problemas de amamantamiento.
Si necesita optimizar la cantidad de leche materna que produce, ¡tenemos buenas noticias! Las hierbas y otros factores relacionados con el estilo de vida pueden ser útiles.
Varias hierbas medicinales, conocidas como "galactogogas" o "galactogogos", son efectivas para incrementar las provisiones de leche materna sin consecuencias negativas para las mamás ni los bebés. Algunas de las más efectivas son el fenogreco, el cardo lechero, el shatavari y la moringa.
El fenogreco es una planta similar al trébol que tiene un sabor dulce (como el jarabe de maple) cuando se la prepara como té o se la ingiere como alimento. Su nombre en latín es Trigonella foenum-graecum. Coloquialmente también se la conoce como alholva, pata de ave, bocksharnklee, trébol griego, heno griego, Hu Lu Ba y Woo Lu Bar.
En medicina, el fenogreco se utiliza para reducir los niveles elevados de azúcar en sangre, normalizar la producción de insulina y mejorar la salud hormonal.2 Se ha demostrado que tomar 200 ml de té con esta planta tres veces por día mejora de forma significativa las provisiones de leche materna sin ocasionar efectos secundarios en mamás ni bebés.3, 4
Consumir fenogreco con las comidas o como líquido, por ejemplo en tés, puede potenciar sus beneficios. Como la leche materna está compuesta de líquidos, todo líquido adicional puede ser una forma estratégica de asegurarse que las mamás y los bebés no se deshidraten al aumentar las provisiones. Ingerir fenogreco con las comidas ayuda a reducir los efectos glucémicos de los alimentos para evitar que se eleve el nivel de azúcar en sangre y hacer que las mamás se sientan más llenas y por más tiempo.
Desde hace siglos, los practicantes de la medicina ayurvédica han utilizado el shatavari como tratamiento para diversas enfermedades. El shatavari es una planta con raíces largas que crece hasta alcanzar 2 metros de altura en los suelos rocosos de las planicies altas de la India. Sus raíces se utilizan con fines medicinales. Se la considera segura en la mayoría de las dosis, y es conocida como la "reina de las hierbas" ya que es útil para la salud reproductiva.5
En un estudio sobre suplementos de shatavari durante la lactancia, las madres que ingirieron shatavari durante 30 días triplicaron su producción de prolactina, que es la hormona responsable de generar leche.3 Sus bebés subieron tres veces más de peso que los bebés de las mamás que no ingirieron shatavari.
El shatavari es seguro, salvo en dosis elevadas. Se lo puede consumir como suplemento o en polvo.
Aunque quizás haya escuchado hablar sobre el cardo lechoso, tiene muchos nombres, como el latín "Silybum marianum" y otros como "cardo bendito", "cardo de leche bendita", "cardo de col" y más.6 El cardo lechoso se llama así debido a la apariencia de sus hojas en su estado de plántula, ya que parece que se hubiera derramado leche blanca sobre ellas.
Se considera que el cardo lechoso es seguro al utilizarlo como medicina y como alimento, y la mayoría de las personas lo toleran sin efectos secundarios.7 Las personas con alergias graves a la ambrosía, las caléndulas y las margaritas deberían tener cuidado al consumir cardo lechoso, ya que proviene de la misma familia de plantas que estos alérgenos comunes y podría generar reacciones en personas sensibles a otras plantas asteráceas.
El cardo lechoso es efectivo para incrementar la producción de leche materna. En un estudio, las personas que amamantaban y consumieron cerca de 400 mg por día de un extracto de cardo lechoso conocido como "silimarina" durante 30 días casi duplicaron sus provisiones de leche materna en comparación con quienes consumieron un placebo (un incremento del 85 % en el grupo que tomaba silimarina contra un 30 % en el grupo placebo).8 La silimarina es un extracto de cardo lechoso que se puede utilizar como medicina y está disponible como suplemento.
Puede consumir cardo lechoso como té, tintura medicinal, píldoras o en polvo. Añadir cardo lechoso en polvo a la avena o los batidos es una forma excelente de consumirlo sin darse cuenta. Las semillas en sí son crujientes, y hay quienes disfrutan masticarlas como si fueran semillas de girasol (¡aunque le advertimos que son bastante difíciles de masticar!).
La moringa es una planta que crece en regiones tropicales y subtropicales. Sus hojas son una fuente importante de antioxidantes, fibras y aminoácidos. Las hojas de moringa contienen siete veces más vitamina C que las naranjas, y quince veces más potasio que las bananas.9
Los resultados de un estudio sugirieron que las hojas secas de moringa podrían incrementar los niveles de prolactina en las madres que amamantan y ayudan a que los bebés duerman por más tiempo.10 Además, la moringa es un suplemento nutritivo general que podría ayudar a que las mamás se mantengan nutridas mientras que ayuda a la producción de leche materna.
Controlar el nivel de azúcar en sangre de forma apropiada durante el embarazo puede reducir el riesgo de que las madres experimenten una escasez en sus provisiones de leche materna. En un estudio, las madres con diabetes gestacional tenían más probabilidades de experimentar problemas de abastecimiento luego del parto en comparación con las madres con niveles normales de azúcar en sangre.11
Por suerte, existen muchas intervenciones nutricionales y de estilo de vida para controlar el azúcar en sangre durante el embarazo, desde incrementar el consumo de fibra y proteína mediante la alimentación hasta consumir más alimentos integrales. Las personas embarazadas deberían trabajar junto a un dietista registrado para asegurarse de tener una alimentación saludable que optimice los niveles de azúcar en sangre, ya que esto podría incrementar sus probabilidades de producir una cantidad suficiente de leche materna luego del nacimiento.
Las personas que amamantan deberían consumir 300 calorías adicionales por día e incrementar su ingesta de líquidos por encima de lo que necesitaban cuando no estaban embarazadas o no amamantaban, según cuánta sed sientan.
Consumir 300 calorías adicionales o beber más líquidos puede parecer difícil, ¡pero no tiene que ser así! Con solo añadir algunas nueces y un trozo de fruta dos veces por día, una barra energética o un batido proteínico se alcanzarán las 300 calorías adicionales. Los aperitivos como las galletas con queso, los vegetales con hummus, las aceitunas y los fiambres y embutidos pueden ayudar a elevar el consumo de calorías junto con el de nutrientes.
En comparación con la población general, las personas que amamantan tienen más probabilidades tener una deficiencia de vitamina B6 y hierro.12 Elegir una vitamina preparto que contenga B6 y hierro, y tomarla con regularidad mientras se amamanta es una gran estrategia para mantener estos nutrientes repletos.
Las personas que amamantan pueden consumir más B6 al ingerir alimentos como los garbanzos, frijoles, hígado, atún, salmón y pollo.13 Pueden consumir más hierro mediante comidas como las ostras, los frijoles blancos, la carne de vaca, las lentejas, la espinaca y el tofu. Además, algunos cereales están fortificados con hierro, por lo que aumentar los niveles es fácil para quienes no les gusta cocinar o suelen evitar los frijoles o la carne.
Los bebés también necesitan EPA/DHA para tener un desarrollo cerebral saludable. Aún así, la alimentación de muchos estadounidenses no satisface sus necesidades de estos dos ácidos grasos. Como el cuerpo humano no puede producir omega 3 por sí mismo, las personas que amamantan deben consumir cantidades adecuadas de EPA/DHA todos los días.
Una forma de hacerlo es mediante la linaza, las semillas de chía, el salmón y las nueces. Otra forma es tomar un suplemento de aceite de pescado, aceite de hígado de bacalao o de EPA/DHA. Los suplementos de aceite de pescado se pueden consumir como líquidos, píldoras o gomitas. Siempre aconsejo a mis pacientes que tengan píldoras de aceite de pescado en el congelador y las consuman justo antes de una gran comida para reducir el olor a pescado y los eructos. ¡Los resultados son geniales!
Aunque la leche materna es maravillosa, los bebés no pueden vivir para siempre solo con ese alimento. Por ejemplo, se recomiendan suplementos de hierro en cantidades muy pequeñas luego de los cuatro meses para los bebés que sean amamantados de forma exclusiva. Los padres deben consultar a su pediatra sobre los suplementos apropiados para sus bebés amamantados antes de iniciar cualquier tratamiento con suplementos.
Este artículo contiene la información que necesita para tener una conversación informada con su médico sobre cómo incrementar sus provisiones de leche, mejorar el estado nutricional de las madres que amamantan y de la leche materna que proporcionan a sus bebés, y para comprender los suplementos que podrían necesitar los bebés exclusivamente amamantados para incorporar nutrientes después de cierta edad. ¡Con esta información podrá optimizar la salud de su leche materna y garantizar que su bebé tenga el mejor inicio de vida!
Referencias:
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